La corrosión es un proceso espontáneo y continuo que afecta al acero, como una serie de alteraciones físico químicas por la acción de agentes naturales.
Los minerales se transforman en metales, cuanto mayor es la transformación, mayor la tendencia del metal a volver a su condición original.
El acero, cuyo mineral de origen es el hierro en forma de óxidos, no es ajeno a esta situación y está expuesto a la corrosión u oxidación
Son cinco los riesgos que amenazan el éxito del uso de los aceros inoxidables.
La corrosión intergranular, la corrosión por efecto galvánico, la corrosión por contacto, la corrosión en forma de picado o de pinchazos de alfiler, y la corrosión por fatiga.
Muchos fracasos pueden ser evitados dándose cuenta sencillamente de los riesgos involucrados y adoptando las medidas apropiadas para eliminarlos.
Las soluciones para proteger y prevenir la corrosión, son un buen mantenimiento, y si es necesario preparación de la superficie y aplicación de protección.
Le ofrecemos planes de mantenimiento que se adapten a su necesidades